A la hora de la verdad, Matteo Berrettini marcó la diferencia. La experiencia decantó el duelo y apeó a Carlos Alcaraz, que comenzó torcido –dos sets por detrás, 25 años frente a 18, penalizado por las prisas y el deseo de remontar– y se rehízo para llevar al límite al romano. Rozó la épica, pero se le agotaron los cartuchos en la recta final. Ahí prevaleció el oficio del italiano, que tiene un cañón en la derecha e hizo valer la jerarquía para obtener una victoria (6-2, 7-6(3), 4-6, 2-6 y 7-6(5), tras 4h 10m) que le deposita en los octavos de final y sella este segundo trazado del español en Melbourne. Dos fenómenos. Se revolvió Alcaraz, pero no bastó. Otro capítulo para aprender.
Después de ir dos sets por debajo, el murciano lleva al límite al italiano y cede en el desempate final, tras más de cuatro horas de partido: 6-2, 7-6(3), 4-6, 2-6 y 7-6(5)Read More